Ya lo llaman "The Boss" (El Jefe). Motivos sobran para que se gane dicho mote después de jugar casi dos décadas al máximo nivel del balompié europeo. Hoy, con 39 años, Kasey Keller ya no es ese joven americano que persiguió hasta Inglaterra su sueño de jugar fútbol como profesional, pero tiene la misma motivación, o quizás más que aquellos días, por debutar en la MLS, una materia pendiente en su extensa carrera.
--¿Es un gusto personal que te das jugar en tu país?
--(Sonríe) Sí, se da después de mucho tiempo y luego de jugar en tres ligas de las mejores del mundo, como España, Alemania e Inglaterra. Cuando puedo completar mi carrera en Estados Unidos, en Seattle, donde tengo a toda mi familia, es perfecto. Es realmente como estar en casa.
--¿Cómo afrontas esta nueva experiencia con un equipo joven y ser el líder?
--Es normal. La liga es nueva y cuando no tenemos muchos jugadores con una experiencia como la que tengo, es importante para mí poder transmitirles parte de lo que aprendí.
--A pesar de tus años dentro del fútbol, ¿tienes nervios o ansiedad como la primera vez?
--Si, un poco, y es interesante... Cuando se hace una pretemporada siempre se mantiene la base de la temporada anterior, pero en este caso no. Aquí es todo nuevo y al mismo tiempo es una ciudad que tiene 20 mil socios ahora. Es impresionante para Estados Unidos tener una "season ticket" (abono) de 20 mil socios antes del primer partido; hay una gran expectativa. Mientras el equipo de béisbol y de fútbol americano de Seattle no tienen un buen año, para nosotros es una oportunidad única de tener una temporada exitosa.
--¿Cual es tu motivación diaria para seguir vigente?
--(Sonríe con suma modestia) Un poco porque nunca he jugado como profesional en Estados Unidos. He jugado muchos años para mi selección y así pude tener una relación con los seguidores del fútbol de mi país. Cuando fui a Europa, no había una liga profesional y siempre me he dicho: "Yo quiero completar mi carrera en Estados Unidos". ¿Si pensé antes que con 39 años era posible? No, nunca. Pero ahora me siento bien con mi cuerpo.
--¿Te pones un plazo para jugar?
--Yo tengo dos años de contrato. Pero no sé... Si me siento bien después de ese tiempo y la directiva me pregunta si quiero jugar un año más lo veremos. Quiero que toda la gente siga diciendo "Kasey es Kasey" y mantener esa buena imagen que todos tienen de mí.
--¿La Selección es un tema del pasado?
-- Si puedo ayudar en una emergencia lo haré y se lo dije al técnico (Bob Bradley). Nunca he dicho "yo no juego para mi país", pero ir a todos los partidos, aquí y allá, y de pronto estar en el banquillo, eso no es para mí. Tengo 20 años con la selección, con 52 partidos jugados, y estoy conforme con lo que le di... Ahora es tiempo para otros.
--¿Qué objetivos se trazan con Seattle para este año?
--Como es un nuevo equipo no se puede decir "un campeonato o nada". Para mí es importante ganar los partidos en casa, con nuevos socios, en una nueva ciudad, porque cuando puedes ganar en casa atraes a más gente.
--¿Y qué sería un buen año?
--Poder entrar a los playoffs. En la MLS sólo se necesita jugar bien cuando estás dentro de los playoffs para buscar el título. Y ahí se verá luego qué pasa...
--En ese sentido no va a haber tanta exigencia. ¿Está en ustedes auto-exigirse?
--Necesitamos tener la presión interna porque especialmente en la MLS no tenemos la obligación. Si tienes un mal año, puedes decir "Ah... no pasa nada, ya estamos en la MLS el próximo año". Eso es malo, porque tienes que dar lo máximo de ti en cada partido. ¿Si podemos ganar el campeonato? No sé... Chicago ganó en su primer año (1998) el título. Es importante saber para los socios que este equipo quiere ganar todo.
--¿Es una ventaja tener a Sigi Schmid, el último técnico campeón de la MLS?
--Él tiene mucha experiencia en la MLS, ganó el campeonato del año pasado, dirigió otros equipos, la Selección Sub-20 de Estados Unidos... No podemos hacer como (Roman) Abramovich en el Chelsea y traer a los mejores jugadores del mundo, pero sí contratar a uno de los mejores técnicos de Estados Unidos. Todos los jóvenes le tienen respeto y es importante para el éxito de este equipo.
--¿Cuánto ayuda tener a Freddie Ljungberg?
--Tenemos una buena relación. Cuando volvamos la próxima semana a Estados Unidos (Seattle actualmente está realizando su pretemporada en Argentina), ya va a estar listo para entrenarse con nosotros y puede entrar bien al grupo porque el ambiente que hay en el plantel es impresionante. También tiene una gran responsabilidad al ser Jugador Franquicia porque hay chicos que no ganan mucho dinero ni tienen su experiencia. Es una persona importante que tranquilamente puede ser el mejor futbolista de la liga.
--¿Cómo te sienta este momento de la MLS?
--La diferencia de Estados Unidos respecto a los otros países es que tenemos muchos deportes. Puedes ser socio de fútbol americano, básquetbol y béisbol. En los otros países es solamente fútbol y se transmite la pasión de generación en generación. Ahora, la mentalidad es un poco diferente y está cambiando porque tenemos más personas viendo fútbol argentino y de otras ligas del mundo. Es un cambio importante que se está dando en poco tiempo.
--Entonces, ¿piensas que es inevitable el éxito de la MLS?
--Es importante pero no para el próximo año, sino para 30 años. El éxito se hace paso a paso. En este momento es importante que todas las personas vayan a ver el fútbol, pero da un poco de miedo porque después se dice: "Ok, ¿qué es lo próximo?" Lo próximo es wrestling (lucha libre), motocross... En Estados Unidos siempre se quiere una nueva cosa. Necesitamos tener un fan de fútbol, del equipo, para toda la vida. Aquí, en Argentina, una persona no es socia de Boca un año y al siguiente de un equipo de básquetbol, es por toda la vida. Eso es lo que queremos.
--Hablando de la NFL, MLB y la NBA. ¿Crees que ellos pueden conspirar contra el progreso del fútbol en Estados Unidos?
--(Sonríe) En este momento, la NFL no tiene miedo de nosotros, pero otros deportes creo que sí y mucho, como el béisbol, porque cada año los niños juegan más fútbol que béisbol. Yo soy un fan del fútbol americano, me gusta el básquetbol, pero soy un futbolista... creo que hay un espacio para todos.
Emmanuel Quispe fue redactor del diario Clarín de Buenos Aires. En la actualiad, trabaja como escritor freelance para publicaciones en su natal Argentina y el exterior.
