El milagro no llegó al mítico Maracaná. La LDU de Quito apostó a aguantar la ventaja de 5-1 que obtuvo en el juego de ida sobre el Fluminense de Brasil y a pesar de caer por 3-0 en Río de Janeiro, el elenco visitante se alzó con la victoria global de 5-4 que le dio el título 2009 de la Copa Sudamericana.
Con este triunfo, la LDU sigue sumando trofeos a nivel internacional. Primero ganó la Copa Libertadores 2008, sobre el propio Fluminense; después se hizo acreedor a la Recopa Sudamericana '09, donde dio cuenta del Inter de Porto Alegre. Poco antes, los Albos tuvieron una importante participación en el Mundial de Clubes 2008, llegando a disputar la Final ante el Manchester United.
Antes del inicio del partido, una fiesta multicolor engalanada con cohetes en colores rojo y blanco hizo encender el ánimo de la torcida brasileña, que vivió con intensidad los últimos 90 minutos del torneo continental.
En la primera parte, Fluminense se fue al frente buscando la hombrada. Con Diguinho y Fred como estandartes, el cuadro carioca tomó por sorpresa a los ecuatorianos y buscó crearle daño de manera inmediata al marco que defendió Alexander Domínguez.
Jorge Fosatti, timonel de la visita, parecía un león enjaulado; se movía de un lado a otro en su área técnica, ya que comprendía que el "Flu" tenía la urgencia de marcar rápidamente para acortar distancias.
A los 14', Diginho se animó a disparar en los linderos del área y la pelota rebotó en la pierna a Carlos Espínola, desviándole la trayectoria a Domínguez, que nada pudo hacer para evitar el gol en contra.
La férrea marca de los zagueros locales fue totalmente distinta a la que realizaron en el juego de ida. Gum, Marquinhos y Dalton se encargaron de hacerle la vida imposible a Claudio Bieler y Diego Calderón, que pasaron muchos problemas para encontrar huecos en la zona baja del "Flu".
Un molesto láser, utilizado desde la tribuna, apareció durante varios lapsos del partido, sobre todo apuntando en la cara de Fossati y del arquero Domínguez, quienes aguantaron estoicos la provocación.
Una entrada por detrás de Ulises de la Cruz sobre la humanidad de Diginho a medio campo fue el pretexto ideal para el árbitro paraguayo, Carlos Amarilla, para sacarle la roja directa. La tonta expulsión del zaguero ecuatoriano obligó a los visitantes a echarse para atrás, jugando al contragolpe, a sabiendas de que la ventaja global aún era suficiente.
A dos minutos del final del primer lapso, Fred hizo el segundo de la noche para la causa "Tricolor" y le dio a los 45 mil fans reunidos en el Maracaná una esperanza por remontar el pesado marcador en contra.
Arrancó el segundo tiempo con la ventaja por 2-0 del "Fluzao" y Fossati se encomendó al Creador cuando el juez central dio el silbatazo para jugarse los últimos 45 minutos.
A los 57', el volante local Ruy, quien acababa de ingresar por Adeílson, casi mete un gol increíble. La pelota le fue rebotada por Norberto Araujo cerca de su rostro y terminó por rebotar en la base del palo derecho del cancerbero de la Liga.
A los 71', luego de una gran atajada de Alexander a disparo de Fred, el balón se fue a tiro de esquina. En el cobro de la falta a balón parado, Gum se alzó por lo más alto y remató picado a gol para hacer el 3-0 que puso los latidos de la hinchada a mil por hora.
Los cariocas remaban y remaban contra la corriente, pero una muralla en color negro les impidió tener claras opciones de gol. El cerrojo defensivo de la Liga de Quito orilló a los elementos del "Flu" a centralizar el juego y terminaron por perderse en la desesperación.
De hecho, una patada sin sentido de Rafael Augusto dejó tirado en el piso a Jairo Campos y ante la molestia por la marcación, Fred se le fue encima al árbitro guaraní. Entre insultos y un leve frentazo por parte del atacante "Tricolor", Amarilla no soportó más gritos en su contra y le plantó la roja en la cara al goleador carioca, que dejó el juego "10 contra 10" a los 75'.
El propio Jairo Campos se hizo expulsar a los 82' al detener en falta fuera del área a Ruy. El DT del cuadro visitante mandó de inmediato a Renán Calle desde el banquillo a apuntalar la defensa tras la roja de su zaguero lateral. El sacrificado fue Pedro Larrea, quien pasó de noche en el duelo.
El silbatazo final llegó, Jorge Fossati se fundió en un abrazo con el arquero suplente José Cevallos -quien es parte de aquella legión de héroes que ganó la Libertadores 2008- y comenzó el festejo del tercer título de gran importancia para la LDU en los últimos dos años, añadiéndose a los logros de la Libertadores del año pasado y la Recopa Sudamericana 2009.
Abel Reyes Díaz, investigador de contenidos editoriales deportivos, ha trabajado también en Editorial Televisa como Editor en Jefe y copywriter de Fox Sports México, así como en el Periódico Reforma y Grupo Radio Centro; colabora a la vez con sus artículos en FutbolMLS.com.