El señor gol

Por esta época los amantes del fútbol nos sentimos como "callejero cara sucia" estrenando balón, y no es para menos. Hemos saltado de copa en copa y a veces el ojo no alcanza para ver todo lo disponible que hay en tantos frentes. Vivimos la intensidad de una Copa Oro que de fútbol nos quedó debiendo, pero que en emociones nos dio de más. Pasamos a la Copa América y en paralelo miramos y sentimos los nuevos ídolos que nos deja el Mundial Sub 20 de Canadá, quizá el certamen que mejor sabor desde lo técnico nos ha dejado este verano futbolístico.


Es el mundial de las promesas y de las realidades, el de la ratificación para algunos y el de la esperanza para otros. Por eso no se guardan nada y por ello nos han llenado el ojo de fútbol, espectáculo, táctica, estrategia y goles. Quién será el campeón de este Mundial es por ahora imprevisible, aunque no se pueden descartar los de siempre hablando en un genérico previo a este comienzo de octavos en donde todos las selecciones africanas - Congo, Nigeria y Gambia - lograron su objetivo. Están dos potencias europeas de categoría como lo son España y Portugal, además de Polonia y Austria, y a ello sumémosle la cuota sudamericana completa (Brazil, Argentina, Uruguay y Chile) y las dos potencias de la CONCACAF, México y Estados Unidos. No falta nadie.


Pero si un evento nos obliga y nos permite un análisis, es la Copa América de Venezuela. Este torneo ha sido en medio de su discreto fútbol una reivindicación con el gol. Y es que el gol es el clímax del fútbol y por ello cuando hay goles se eclipsa el rendimiento para el ojo del aficionado. Así, por supuesto, no piensan muchos técnicos que interpretan los excesos de gol como un cúmulo de errores defensivos y de reproches tácticos.


Que piensen lo que quieran los ortodoxos radicales, pero el gol siempre será una consecuencia de la combinación entre el acierto y el error. ¿O podemos ver el gol del mexicano Nery Castillo ante Brasil como una solitaria secuencia de errores en la zona defensiva de Brasil? No, ese tanto no nos permite recordar el error y sólo nos evoca el recrearlo y revivirlo cuantas veces podamos.

La televisión no ha abusado de él quizá por no haber nacido Castillo en otra parte. De lo contrario - como con el caso del argentino Leonel Messi - ya las comparaciones con el legendario gol de Pele en el 58 ante Suecia hubieran corrido como pólvora. Qué curioso. Castillo es mexicano de padres uruguayos y si el gol lo hubiera convertido jugando en la celeste quizá hubiese tenido un costo mediático diferente.


Lo cierto es que la Copa América nos ha llenado de goles. Más de goles que de fútbol y no ha sido inferior a las expectativas que algunos de sus estrategas crearon antes de ella. El técnico albiceleste Alfio Basile anunció atrevimiento y Argentina lo ha tenido con un equipo lleno de figuras al que el "Coco" maneja como las abuelas. Allí nadie pelea y hacia adentro no existe la inconformidad aunque son 22 "figurones" y la mesa sólo se sirve para once. Quizá por ello Argentina es favorita haciendo en su comportamiento la diferencia y cuando de fútbol tuvo un segundo tiempo soñado ante Perú.


México, por su parte, es capaz de dar sorpresas, pero muy rápidamente se volvió "Nery-dependiente" y eso no es sano para el fútbol colectivo que siempre ofreció el México lleno de garra y de coraje. Y Brasil, aunque esta vez a trompicones, siempre será la tradición del fútbol mas laureado del planeta del que siempre esperamos más, pero como los políticos, cada vez nos da menos.


En síntesis, esta ha sido una Copa de goles en donde los récords quedarán en la historia y en la que los atrevidos le ganaron la pelea a los tácticos extremistas adoradores de la perfección que no existe y enemigos del error que sí está. Sin el error no habría fútbol y quizá sin él, difícilmente habría goles.
Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.